domingo, 23 de agosto de 2009

Hacer más que pensar.

Hay cada tema tan profundo, tan profundo que puedes estar horas y horas hablando de lo mismo o en el peor de los casos pensándolo. Llega la noche y el insomnio es inminente. Nunca llegarás a un acuerdo ni pensándolo tú solo, tirado en tu cama, con los ojos cerrados y la luz de la luna en la ventana. El tema da vueltas una y otra vez ¿ya había pensado esto? Creo que si y lo estoy pensando de nuevo, preguntas interminables, por que uno a veces quiere arreglar el mundo pensando o al menos arreglar nuestra propia vida. Todo tiene solución ¿No? Si es así debería estar durmiendo ahora por que es el gran problema que tengo. A todas las conclusiones y soluciones que he llegado en mi mente en la realidad siguen siendo como antes de haber puesto mi mirada en un lugar perdido y llevado a mi mente cantidades de recuerdos y suposiciones ¿porque? Obvio, aun no lo hago y es probable que nunca lo haga, entonces seguiré pensando y creyendo en que todo lo planeado funcionará tal cual como lo pensé o que podré mágicamente volver a una etapa pasada y arreglar eso, eso que no me ha dejado por años y aun lo recuerdo.

¡Wow! ¡Estaba dormido! ¿O no? ¿Lo estaba soñando o lo estaba pensando? Si fue un sueño fue un sueño bastante estúpido y si estaba durmiendo no fue muy reparador.

No duermo por que pienso ¿si no tuviera qué pensar dormiría? Si hiciera lo que pienso no estaría pensando en lo que pasará si lo hago por que las consecuencias serían un hecho ¿Dormiré? No lo sé, lo que sé es que los temas no eran tan profundos como mi mente a estas horas de la noche me hacía creer. Una sola vida y una sola oportunidad para hacer descansar la mente las horas necesarias. Buenas noches.